¿Qué es una hipoteca?
En primer lugar, la hipoteca es un derecho real de garantía que se constituye sobre un bien, para garantizar el cumplimiento de un crédito a cargo del deudor.
¿Sobre qué objeto se constituye el derecho real de hipoteca?
Las hipotecas se constituyen concretamente sobre bienes inmuebles expresamente determinados, a cambio de una suma de dinero cierta y determinada.
¿Qué es un préstamo hipotecario?
Se trata de un contrato entre partes, mediante el cual una entidad bancaria, concede cierta cantidad de dinero a una persona o empresa, destinada a adquirir un bien inmueble, a cambio de una tasa de interés y un plazo determinado. La garantía tiene por objeto el propio bien inmueble, lo que se traduce en la pérdida de dicho bien, en caso de impago del crédito.
Diferencia entre hipoteca y préstamo hipotecario
En primer lugar, puede haber hipotecas sin préstamo y viceversa. Es decir, un banco puede concederme un préstamo (sin hipoteca) contemplando otro tipo de garantías que considere suficientes. Asimismo, con una hipoteca, se puede garantizar cualquier clase de deudas.
La diferencia sustancial, es que, en el caso del préstamo hipotecario, la garantía recaerá expresamente sobre el bien inmueble.
Características de un préstamo hipotecario
- Capital: la entidad bancaria presta una cierta cantidad de dinero para la compra del bien inmueble (que quedara en garantía)
- El objeto de garantía recae sobre un bien inmueble
- Financiación: el banco permite la financiación en la compra del bien inmueble, pero esta no suele ser generalmente del 100%.
- Se constituye por un plazo de terminado, que generalmente no suele exceder los 30 años
- Sujeta una tasa de interés determinada por la entidad que concede el préstamo, que es el porcentaje que el deudor pagara al banco por el préstamo concedido.
- Dependiendo de la entidad bancaria, ésta puede aplicar algún tipo de comisión.
Tipos de hipotecas
Los diferentes tipos de hipoteca tienen que ver con el tipo de interés que se aplique. Así, las puede haber fijas, variables o mixtas.
Fija: En este caso, los intereses se mantienen fijos durante toda la vida del préstamo hasta su finalización, es decir, hasta el agotamiento del crédito.
Mixta: la hipoteca mixta, está compuesta por una cuota fija mensual y una variable, que es revisable cada cierto periodo. Para ello se suele utilizar un índice de referencia bancaria, como es el caso típico del Euribor. Si al momento de la revisión el índice de referencia sube o baja, el interés se verá en consecuencia afectado.
Variable: Se trata de un mix entre las dos anteriores. Generalmente, este tipo de hipoteca suele ser fija y por tanto con una tasa de interés estable durante los primeros años, para pasar a ser variable, conforme la evolución del índice de referencia.
Cuando se habla coloquialmente del término hipoteca se piensa en una carga por un tiempo prolongado, y que amenaza la solvencia del titular hasta su cancelación. No obstante, la otra cara de la moneda es la de verla como una herramienta que permite a sus titulares de adquirir en pleno dominio un bien sobre el que pueden aportar un porcentaje del precio proporcionalmente menor (el 20%) y con un coste también menor, porque la entidad prestamista cuenta con una garantía real en caso de impago. En suma, es el medio para la adquisición de un bien que de otra forma requeriría de más medios para afrontarlo.
Para concluir, es recomendable que, al momento de tomar decisiones, se contemple entre otros factores:
- Qué tipo de interés elegir
- Pensar a largo plazo
- Prestar atención a las comisiones bancarias
- Hacer comparaciones
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