En toda actividad empresarial se dan dos corrientes, la económica y la financiera. La económica determina el contenido de las acciones y devengos que se producen (corriente de bienes y servicios), mientras que la financiera explicita las consecuencias monetarias de tales acciones.
Si uno acude a la cuenta de pérdidas y ganancias de una explotación, confronta los ingresos de la actividad frente a sus gastos, finalizando en beneficios o pérdidas. Pero, si uno pretende saber el rendimiento monetario final que ha obtenido, deberá de tener en cuenta que no todos los ingresos suponen entradas de dinero (al menos no en el momento en el que se registra, salvo el cobro al contado) ni todos los gastos son una salida de dinero (igualmente al menos no en ese momento).
Cash-flow ¿Qué es?
El Cash -flow consiste en la transformación de la información contable que representa la corriente económica en financiera, es decir, es un estado contable que expresa el recorrido que realiza el flujo monetario en un ejercicio, partiendo del saldo inicial de tesorería, añadiendo las entradas de liquidez (cobros aportaciones por constitución de préstamos, etc) y detrayendo las salidas (pagos, entregas a cuenta, etc). En resumen, es el análisis del movimiento de tesorería de la empresa.
Por consecuencia, en la medida en que constituye un indicador importante de liquidez, resulta imprescindible conocer el flujo o frecuencia de cobros y pagos, así como las causas que los originan, y sus efectos en la actividad ordinaria y extraordinaria. Pues a través del análisis de liquidez, la empresa podrá prever si es posible atender a las necesidades de Tesorería a corto plazo, al igual que planificar a mediano y largo plazo.
Inversión en liquidez o existencias:
Todo desembolso destinado al activo corriente es una cantidad que se tiene disponible para hacer uso de él en el equilibrio financiero de cobros y pagos habituales. Un supermercado por ejemplo, tiene que tener siempre efectivo en la caja para poder tener cambio, toda tienda de ropa tiene que tener prendas por modelos y tallas, y tiene que estar constantemente reponiendo esos elementos si quiere seguir abierta.
Si un negocio pagara y cobrara al contado, no sería necesario contar con dinero en caja, pero como eso no es un modelo real, es siempre necesario contar con ciertos importes invertidos en circulante. Estos importes además deben de mantenerse en un nivel de seguridad razonable, siempre dispuestos para la actividad y por tanto no empleables para otras acciones (reparto de dividendos, compensación de deudas, inversiones, etc).
Es lo que llamamos comúnmente inversión en liquidez o existencias, y de igual manera que es un activo que se tiene que mantener, si el negocio crece tendrá que ser necesariamente más grande, pero si el negocio cierra podrá liquidarse. A mayor inversión en liquidez mayor será el costo del interés del capital invertido, que permanecerá total o parcialmente inactivo.
Cuenta de resultados, que es y cómo interpretarla.
Comenzamos por definir que es una cuenta de resultados o también llamada cuenta de gastos e ingresos, que, en definitiva, se trata del estado financiero que refleja el resultado de la actividad de una empresa en un período de determinado.
Para su análisis, habremos de tener en cuenta cual es nuestro negocio y todos aquellos factores que lo condicionan o influyen en él (competencia, producto, etc).
En sí misma, es una de las líneas del balance de la empresa, ya que su resumen es el resultado de la empresa. Visto de otra forma, ese resultado de la empresa en sí mismo solo aporta una conclusión, y es si se ha ganado o perdido en un período, pero si se descompone, se desarrolla a través de todos los ingresos y todos los gastos que se han tenido. Dicha descomposición, ya permite ser analizada con más detenimiento, porque puede servir para entender cómo se han comportado todas las masas que la componen, si han aumentado los gastos a ingresos parecidos, si han variado las magnitudes en el mismo sentido, pero con proporciones diferentes, etc.
Dentro de la información contable no es sencillo pensar en cuál es el estado que más información aporta, pero siempre es bueno saber que como todos están relacionados, de unos puedes llegar a otros, se pueden comparar históricamente para medir tendencias, y para hacerte una idea global siempre es conveniente emplear los máximos posibles, concretables a través de ratios e índices.
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